En "Bad Habits", el británico Ed Sheeran se pone la chaqueta brillante de la noche para contarnos cómo sus malos hábitos lo secuestran cada vez que se esconde el sol. Entre luces de neón, miradas perdidas y promesas rotas de que será “la última vez”, el cantante retrata esa mezcla adictiva de placer inmediato y resaca emocional: conversaciones con desconocidos, fiestas que se alargan sin sentido y la sensación de que todo se derrumba al amanecer.
La canción funciona como una confesión pop: Sheeran personifica esa tentación en un "tú" irresistible, recordándonos que a veces buscamos la salida en los mismos vicios que nos atrapan. El estribillo repite “my bad habits lead to you” porque, al final, siempre regresa a la causa de su perdición. Con un ritmo bailable que contrasta con la letra, el tema advierte que después de las dos de la mañana “nothing happens after two”, pero aun así resulta casi imposible escapar de ese círculo tan emocionante como autodestructivo.