Imagínate querer abrazar a alguien y que tu mano lo atraviese como si fueras un fantasma. Esa es la sensación central de Ghost Story, donde el cantante mexicano Coldplay convierte la "invisibilidad emocional" en una aventura casi sobrenatural. Cada verso es un intento fallido de traspasar muros, de gritar "¡Rescátame!" y de demostrar amor, solo para darse cuenta de que la otra persona no percibe su presencia. El resultado es un relato melancólico pero fascinante que mezcla romance y misterio con el clásico escalofrío de una historia de fantasmas.
En lo profundo, la canción habla de la frustración que surge cuando tus sentimientos no son correspondidos. El protagonista se describe como humo, espectro y secreto porque se siente ignorado incluso cuando está al lado de quien ama. Con imágenes como "cada vez que intento acercarte, desapareces", Coldplay plantea una pregunta dolorosa: ¿vale la pena amar si el otro no cree que existes? La respuesta queda flotando como una sombra, invitándonos a reflexionar sobre nuestras propias relaciones y a preguntarnos si alguna vez hemos sido, también, un pequeño fantasma en la vida de alguien.