Slide Away es un melancólico pero liberador adiós en el que Miley Cyrus recuerda un pasado que alguna vez fue paraíso y acepta que, aunque duele, es momento de soltarlo. Con imágenes contrastantes como el océano y las luces de la ciudad, la artista opone la tranquilidad de lo que fue al bullicio de la nueva vida que la espera. Entre sus versos confiesa que ya no busca refugiarse en “whiskey and pills”; prefiere una casa en las colinas y el crecimiento personal.
La canción captura ese instante en el que dos personas se dan cuenta de que han cambiado: «Move on, we're not 17». Miley reconoce que, aunque la relación alguna vez los “encontró”, ahora están “perdidos”. Con un tono nostálgico pero firme, invita a su pareja a “deslizarse” lejos, cada uno hacia su propio destino. El resultado es un himno empoderador sobre cerrar ciclos, dejar ir con cariño y abrazar la madurez que llega después de la tormenta.