Dark Horse mezcla la energía pop de Katy Perry con el flow de Juicy J para contarnos una historia de atracción tan potente como peligrosa. Katy se presenta como una hechicera moderna, una Aphrodite dispuesta a conceder amor épico, pero advierte: quien se atreva a cortejarla debe estar preparado para enfrentar una tormenta perfecta. La letra usa imágenes de magia y fenómenos naturales para subrayar que, una vez que ella conquista, «no hay vuelta atrás».
Juicy J refuerza la idea describiendo a esta mujer como una fuerza irresistible capaz de elevarte y, si la traicionas, congelarte el corazón. Con referencias a cuentos de hadas y a la adicción, su verso muestra el contraste entre la dulzura inicial y el peligro latente. En resumen, la canción es una advertencia encantadora: el amor puede ser un hechizo fascinante, pero debes pensarlo bien antes de dejarte atrapar por este dark horse.