¿Alguna vez has deseado que la razón de un rechazo fuera algo tan simple como que la otra persona tenga una orientación diferente? En "wish you were gay", la joven estrella estadounidense Billie Eilish transforma esa frustración en una confesión creativa y casi cómica. Entre susurros melódicos y un original conteo regresivo de números (del 12 al 1), Billie retrata la angustia de un amor no correspondido: ella haría cualquier cosa por encajar, pero la indiferencia de la otra persona la deja contando silencios y vacíos.
La cantante admite que preferiría culpar a la orientación sexual de su crush antes que enfrentarse a la dolorosa realidad de que simplemente no le interesa. Así, la canción mezcla vulnerabilidad, humor autoprotector y esa típica sensación adolescente de sentirse "dramáticamente incomprendida". Con frases tan directas como "no digas que no soy tu tipo, di que no soy tu orientación preferida", Billie invita a reflexionar sobre el orgullo herido, la búsqueda de excusas y la empatía hacia los sentimientos propios y ajenos, todo acompañado por una producción minimalista que deja brillar la honestidad cruda de su voz.