¿Alguna vez te has preguntado qué ocurre cuando apagas la luz y tus miedos despiertan? En bury a friend, la joven estrella Billie Eilish se mete bajo la cama para hablarte desde la voz del “monstruo” que todos llevamos dentro. Con preguntas rápidas y un ritmo inquietante, la canción juega con la idea del terror nocturno y la curiosidad morbosa, casi como si invitara al oyente a un pasaje del terror donde cada verso es un pasillo nuevo. Billie alterna susurros y golpes de sonido para recordarnos lo frágil que puede ser la línea entre protegernos del miedo y abrazarlo por completo.
Más allá del susto, el tema es una metáfora sobre la fama y la salud mental. Enterrar a un amigo puede significar enterrar la parte de ti que sufre, que se siente usada o que ya no soporta la presión. Esa voz oscura repite “I wanna end me” no solo como deseo de desaparecer, sino como intento de silenciar las expectativas ajenas, las adicciones y el agotamiento emocional que conlleva el éxito. El resultado es un viaje hipnótico que mezcla terror, confesión y crítica social, dejándonos con la gran pregunta que abre y cierra la canción: When we all fall asleep, where do we go?