¿Listo para una noche cinematográfica? Jackie Chan es la invitación de Tiësto (el DJ holandés que convierte cualquier club en un festival), junto a Dzeko, Preme y Post Malone, a saltar a un convertible por South Beach con el volumen a tope. Al ritmo de beats electrónicos y guiños hip-hop, la canción pinta la escena de un grupo de amigos que improvisa sus planes: sushi recién pedido, selfies para el Gram y, como grito de guerra, la frase kick it, Jackie Chan, comparando la fiesta con una coreografía de artes marciales rápida y divertida.
Detrás de tanta energía hay un mensaje claro: juventud sin ataduras. La protagonista repite que es «demasiado joven para un novio» y prefiere la adrenalina de la noche, el dinero fácil y los likes inmediatos antes que compromisos. Los versos hablan de coches descapotables, Uber hasta Calabasas y excesos que pasan en cámara lenta aunque la vida vaya acelerada. En pocas palabras, la canción celebra el hedonismo millennial: vivir el momento, gastar sin pensar y presumirlo en las redes, todo con la seguridad descarada de quien sabe que, por ahora, no hay mañana que valga.