Tummy Hurts es un himno de desahogo donde Reneé Rapp mezcla humor ácido y vulnerabilidad para describir el dolor de estómago —literal y emocional— que provoca un ex irresponsable. Entre reclamos por la falta de dinero (pero nunca para la hierba) y la sensación de haber sido utilizada, la cantante repasa con ironía:
- su propio valor físico y sentimental
- las lecciones que le enseñó a quien no las merecía
- la rabia de verlo enamorado de otra
Todo ello envuelto en un pop confesional que convierte la queja en catarsis.
En el segundo acto de la letra, Rapp imagina el futuro: la nueva pareja tendrá “monstruos” por hijos y, en 2043, su hija repetirá el ciclo de dolor. Con esa visión sarcástica advierte sobre las relaciones tóxicas y la herencia emocional que dejamos. Aunque la canción nace del resentimiento, también late un mensaje de autoafirmación: reconocer tu propio valor, poner límites y cortar el patrón antes de que siga doliendo el estómago… y el corazón.