¿Alguna vez te han dejado plantado y, para colmo, te enteras el último? Eso le pasa a Pink en “Last To Know”. La cantante convierte su frustración en un himno pop-rock lleno de ironía, palabrotas y guitarras. La historia arranca con una cita prometedora: sushi, risas y coqueteo. Sin embargo, cuando ella lo invita a su concierto, él ni siquiera se molesta en cancelar. Pink pasa de la decepción al enfado y le recrimina no haber tenido la cortesía de una simple llamada.
El tema no se queda solo en la rabia. Pink deja claro que su dignidad vale más que complacer a alguien que la quería solo bajo sus propias reglas: “You woulda came if I was a ho”. Con su estilo directo y sin filtro, la artista convierte la experiencia en un mensaje de auto-respeto: mejor sola que pegada a alguien que no respeta tu tiempo ni tus límites. En resumen, es un grito de independencia cargado de sarcasmo y energía que invita a decir: ¡basta! cuando alguien no está a la altura.