P!nk, la explosiva artista estadounidense, convierte el desamor en un grito de pop-rock en “It’s All Your Fault”. Desde el primer verso imaginamos una mente que juguetea con desaparecer y, sin embargo, admite que incluso eso le saldría mal. De inmediato, la cantante señala al culpable: tú. Un simple “me llamaste hermosa” bastó para encenderla, sacarla de su eje y dejarla incapaz de volver atrás.
La letra avanza como una montaña rusa emocional. Entre metáforas de asfixia, dramatismos que no llegan a consumarse y súplicas para que la otra persona regrese, P!nk expone la mezcla de rabia y vulnerabilidad que aparece cuando alguien “perfecto” nos quita el aire. Con un “decídete, es ahora o nunca”, la canción demuestra que el amor puede ser tan adictivo como injusto y que culpar al otro a veces es la manera más fácil de expresar un corazón hecho trizas.