Con la potencia característica de Paramore, la banda liderada por la estadounidense Hayley Williams nos lanza a una historia de ruptura que se siente como el clímax de una película de superhéroes. La voz narrativa le habla a alguien que antes fue su guía —“you were my conscious”— pero que ahora se ha convertido en un peso que la arrastra al fondo. Entre guitarras y baterías explosivas, la protagonista decide recuperar lo que ese antiguo aliado le arrebató: su corazón y su esperanza.
La canción gira en torno a la lucha interna contra los "monstruos" que se crean cuando la confianza se rompe. Aun reconociendo su propia fragilidad —“I’m only human, I’ve got a skeleton in me”— el yo lírico jura detener al mundo antes de dejar que ese monstruo los devore. El mensaje es claro: el verdadero poder nace cuando nos liberamos de las voces que nos hunden y reclamamos el control de nuestro propio destino. Así, con la partida de la persona tóxica, el estribillo proclama triunfante: “Now that you’re gone, the world is ours.”