¿Alguna vez te sentiste atrapado en casa de tus abuelos y lo único que querías era volver con mamá y papá? Eso es exactamente lo que narra "Sliver" de Nirvana. A lo largo de la canción, un niño relata con humor y desesperación cómo sus padres lo dejan en casa del abuelo Joe para ir a un concierto. Entre cucharadas de puré de papas, carne difícil de masticar y un doloroso intento de distraerse con la bicicleta, el pequeño repite como un mantra: "Grandma, take me home". La letra refleja la ansiedad infantil por la separación, el fastidio ante las reglas y la comida de los mayores, y el refugio final de quedarse dormido hasta despertar en los brazos de su madre.
Más allá de la anécdota, Kurt Cobain usa esta situación cotidiana para mostrar la frustración, la ternura y la urgencia propias de la niñez, pero con la energía cruda del grunge. El resultado es un retrato divertido y conmovedor de cómo incluso algo tan simple como una noche con los abuelos puede sentirse como una crisis existencial cuando eres un niño que solo quiere estar en casa.