Always Be My Baby es un himno al amor que persiste contra viento y marea. En él, Mariah Carey –acompañada por Da Brat y el grupo Xscape– acepta que su pareja quiera “volar”, pero al mismo tiempo declara con una seguridad contagiosa que el lazo que los une jamás desaparecerá. Aunque ella le permita irse sin dramas ni súplicas, confía en que los recuerdos compartidos y el cariño profundo harán que él regrese cuando las noches se tornen frías. La canción mezcla ternura y confianza: es un abrazo musical que dice “tómate tu tiempo, sé libre… al final seguirás siendo parte de mí”.
Además del mensaje romántico, el tema transmite una lección sobre la serenidad emocional: Mariah no se aferra físicamente, sino que confía en la fuerza del sentimiento. Su voz dulce, el pegajoso “do-do-doop” y el rap de Da Brat dan un aire juguetón y optimista. Ideal para practicar vocabulario sobre el amor y las despedidas, este clásico noventero te recordará que, a veces, el verdadero vínculo no necesita cadenas para perdurar.