¿Te imaginas un sábado de primavera en el que dos amantes de la pesca cambian sus botas por trajes impecables? Giving Her Away nos sumerge en ese momento exacto: el día de la boda de Luke y su futura esposa. Con imágenes muy del campo estadounidense –camionetas Ford relucientes, cajas de anzuelos olvidadas por un rato– la canción retrata la emoción compartida entre el novio y el padre de la novia: uno entrega un anillo, el otro entrega a su “pequeña”.
A lo largo de la letra, Luke Combs pinta el contraste entre la vida cotidiana y el gran salto que supone decir “sí, acepto”. Se mezclan la alegría y el nudo en la garganta, porque mientras el cantante promete llenar los zapatos de su suegro, el padre despide a su primera gran amor. Es un himno a la transición, a la familia y al respeto entre hombres que, por amor a la misma mujer, se unen en un instante inolvidable.