Ellie Goulding, la voz etérea del pop británico, nos abre el corazón en 'Flux'. En esta balada confesional, la cantante recuerda un amor que ya no está, pidiendo ser recordada de manera sencilla, sin juicios ni reproches. El título alude a un estado de cambio constante —como la marea— donde los sentimientos fluctúan entre la nostalgia y la esperanza. La artista se cuestiona qué habría pasado si la relación hubiese continuado, mientras admite que sigue enamorada de la idea de amar a esa persona y no necesariamente de la persona en sí.
En el fondo, 'Flux' retrata ese limbo sentimental en el que muchos hemos estado: aferrados a los recuerdos, preguntándonos si soltar dolerá más que quedarse. Aunque Ellie reconoce que ese amor ya no es suficiente, también muestra la dificultad de dejarlo ir del todo. La canción es un recordatorio de que crecer implica aceptar la incertidumbre, contar nuestras bendiciones y aprender la lección que cada relación nos deja.