“If You Ever Change Your Mind” es una balada confesional en la que Calum Scott abre la puerta al amor que lo hirió, pero sin prometer que volverá a cruzarla. El cantante británico recrea esos silencios tensos en una habitación de hotel, la atracción irresistible y el miedo a lastimarse otra vez. Él reconoce que fue quien se alejó porque el dolor era demasiado, pero también admite que aún piensa en la otra persona cuando la lluvia golpea el pavimento y las luces parpadean. La canción gira en torno a ese quizás permanente: si tú cambias de opinión, tal vez yo recaiga, aunque jure lo contrario.
La letra combina vulnerabilidad y firmeza. Por un lado, Calum avisa: “Vas a perderme si esperas demasiado”. Por otro, confiesa que la sola idea de un reencuentro lo desvela toda la noche. Este vaivén emocional convierte el tema en un retrato sincero de las relaciones que terminan sin cerrarse del todo: quedan las dudas, las ganas y el riesgo latente de repetir la historia. Con un estribillo pegadizo y una interpretación cargada de sentimiento, Scott nos recuerda lo difícil que es avanzar cuando el corazón sigue mirando atrás.