¿Quién no ha querido refugiarse en la tele cuando la vida pesa? En “TV”, la cantautora italiana Billie Eilish convierte el mando a distancia en un salvavidas emocional. La canción retrata a alguien que, ante la inminente ruptura con su pareja, prefiere hundirse en la pasividad de un reality show antes que enfrentar el dolor de la despedida. Entre imágenes de “quedarse en la piscina hasta ahogarse” y “hundirse en el sofá”, la artista muestra cómo el entretenimiento puede funcionar como anestesia, aunque sea temporal. Ese aturdimiento contrasta con una autocrítica que late en el estribillo: maybe I’m the problem, una frase que se repite como un mantra de culpa y vulnerabilidad.
La letra va más allá del drama personal y lanza una mirada al mundo exterior: menciona juicios mediáticos, el revuelo en internet y la revocación de Roe v. Wade. Con ello, Billie subraya cómo las noticias intensifican la sensación de caos y hacen que todo, desde la amistad hasta el amor, parezca frágil e incierto. “TV” es, en esencia, un retrato sincero de la soledad contemporánea: huimos de nuestros sentimientos con pantallas, olvidamos a nuestros amigos cuando nos enamoramos y, al final, nos preguntamos si el problema somos nosotros mismos. La canción invita a reconocer ese ciclo y, quizá, a apagar la tele para escucharnos de verdad.