Hostage transforma el enamoramiento en un thriller íntimo: Billie Eilish confiesa su deseo de estar «sola contigo», robar tu alma y encerrarte en su «tesoro», mostrando cómo la pasión puede volverse posesiva. Entre caricias de «oro»—dedos, labios, cadenas que parecen valiosas pero son falsas—surge la ansiedad de perder al otro, así que fantasea con construir muros y ataduras que lo mantengan «dentro de sus venas». La súplica “just let me hold you like a hostage” revela la paradoja central: el contacto reconforta, pero la relación se vuelve tóxica al convertir al ser amado en prisionero. Con un sonido rock minimalista y atmósferas susurrantes, la canción explora el lado oscuro de la intimidad, donde la necesidad de seguridad sacrifica la libertad emocional y demuestra que lo que brilla por fuera puede doler por dentro.