“Open Arms” es un diálogo sincero entre SZA y Travis Scott que navega por la frontera entre el amor incondicional y la auto-renuncia. La canción pinta la imagen de una relación en la que uno se abre por completo —con open arms— a pesar de las dudas, la baja autoestima y el miedo a ser abandonado. Cada verso muestra cómo la cantante se mantiene fiel y totalmente entregada (“I’m so devoted”), mientras reconoce que a veces ese amor implica sacrificarse y hasta “atar” las propias inseguridades para que la otra persona no se vaya.
Al unirse la voz de Travis, la historia adquiere una perspectiva compartida: él promete lealtad en medio de conflictos, contrastando pasión, peligro y compromiso. Juntos revelan que el verdadero reto no es amar, sino sostener ese vínculo cuando aparecen los reproches, la distancia o la necesidad de dejar ir. El tema, cargado de vulnerabilidad y determinación, nos recuerda que abrir los brazos implica tanto sostener como soltar, y que la mayor batalla se libra entre quererse a uno mismo y querer a quien se ama.