En Snowman, la cantautora australiana Sia convierte a un simple muñeco de nieve en el protagonista de un cuento romántico y navideño. La voz de la canción le ruega que no llore, le promete que jamás lo abandonará y que juntos se refugiarán "bajo cero" para divertirse por siempre. Esta promesa de amor eterno se envuelve en imágenes invernales, creando una atmósfera mágica y tierna que evoca la inocencia de la infancia.
Detrás de la escarcha se esconde una metáfora sobre la fragilidad de los sentimientos: el muñeco puede derretirse con el sol, tal como una relación puede deshacerse ante la adversidad. Sin embargo, la insistencia en permanecer unidos celebra la capacidad del cariño para proteger lo que amamos, incluso cuando parece efímero. Así, la canción mezcla dulzura, humor y un toque de melancolía para recordarnos que, en Navidad, la imaginación y las promesas pueden mantener vivo hasta al corazón más frío.