Rainbow de la australiana Sia es un abrazo musical que convierte las lágrimas en arte. La cantante nos recuerda que cada caída es también un impulso hacia lo alto: donde otros ven locura, ella ve amor y un corazón dispuesto a soñar a lo grande. Con imágenes brillantes —arcoíris, nubes, sol—, la letra nos invita a mirar más allá del dolor y descubrir la vitalidad que late detrás de cada herida.
Al ritmo de un pop luminoso, Sia se coloca como una amiga que susurra: “¡Tú puedes!”. El mensaje es claro y edificante: cuando permites que las emociones fluyan, tu alma crece y el sol vuelve a salir. En poco más de tres minutos, la canción se convierte en un recordatorio de que la vulnerabilidad no es debilidad, sino el pincel que pinta los colores de nuestra propia esperanza.