¿Listo para una auténtica montaña rusa de nostalgia y emoción? En esta balada conmovedora, el canadiense Shawn Mendes rinde homenaje a un amigo que se marchó demasiado pronto. Entre recuerdos de adolescencia, noches de sueños imposibles y promesas de encontrarse "allá arriba", el cantante confiesa la culpa de no haber estado en el funeral y celebra la bondad inquebrantable de quien poseía un heart of gold.
La letra transita desde la aparente falta de lágrimas hasta el mazazo repentino del duelo, reflejando la manera impredecible en que procesamos la pérdida. Con guitarras suaves y coros que se elevan, Mendes transforma el dolor en un himno luminoso que nos invita a valorar a las personas que amamos y a seguir "disparando a las estrellas" mientras podamos.