¿Alguna vez te has sentido tan confiado que cada paso parece una jugada de la NBA? En White Iverson, el texano Post Malone presume su recién conquistada fama comparándose con la leyenda del baloncesto Allen Iverson. Con sus trenzas, sus zapatillas Jordan y una nube de ostentación, el artista describe cómo pasa de ser un joven desconocido a un jugador estrella: "saucing" y "swagging" se vuelven sus gritos de guerra para demostrar estilo mientras gasta su sueldo en ropa, tenis y fiestas con la misma facilidad con la que encesta un triple.
Detrás del brillo, la canción revela un apetito imparable por el triunfo. Malone admite que aún no es millonario, pero ya saborea la gloria y necesita el dinero como Iverson ansiaba el anillo que nunca ganó. Entre referencias a Kevin Durant, Anthony Davis y James Harden, el rapero celebra la autoconfianza, la ambición y el trabajo constante. White Iverson se convierte en un himno para creértelo antes de lograrlo y para disfrutar cada drible en el camino.