The One That Got Away es un himno pop cargado de nostalgia en el que Katy Perry revive su primer gran amor adolescente y todas las travesuras que los unieron: besos en un Mustang al ritmo de Radiohead, tatuajes a juego en su 18° cumpleaños y escapadas al tejado para planear un futuro que parecía eterno. Con el éxito y la distancia de por medio, la narradora comprende que ni todo el dinero del mundo puede comprar una máquina del tiempo y se culpa por no haber expresado a tiempo lo que sentía.
Al repetir el estribillo In another life..., Katy imagina un universo alternativo donde seguirían juntos cumpliendo promesas y siendo un dúo inseparable, como June Carter y Johnny Cash. Ese contraste entre el sueño y la realidad crea una mezcla dulce-amarga que nos recuerda la importancia de valorar el presente y decir lo que llevamos dentro antes de que sea tarde. La canción celebra la intensidad de los primeros amores y el poder indeleble de los recuerdos que nos forman.
Katy Perry es una estrella del pop estadounidense que alcanzó la fama mundial en 2008 con "I Kissed a Girl" y "Hot N Cold". Desde entonces ha encadenado éxitos como "Firework" y "Roar", convirtiéndose en una de las voces más reconocibles del pop contemporáneo.
Su álbum Teenage Dream hizo historia al sumar cinco sencillos número uno en el Billboard Hot 100, una marca inédita para una artista femenina. En 2015 protagonizó el show del medio tiempo del Super Bowl XLIX, que fue el más visto hasta entonces con más de 118 millones de espectadores.