Swish Swish reúne a la superestrella estadounidense Katy Perry con la rapera Nicki Minaj en un himno de confianza absoluta. El título imita el sonido que hace el balón al entrar limpiamente en la canasta y sirve como metáfora de anotar puntos frente a los rivales. Desde el primer verso, Katy deja claro que los comentarios negativos no la desvelan: ella es la tiger que no pierde el sueño y el «killer queen» que domina la cancha. Cada vez que alguien pronuncia su nombre con mala intención, ella responde con otra canasta perfecta, recordando que «karma guarda los recibos».
Nicki Minaj entra como refuerzo imparable y amplifica el mensaje: los haters se obsesionan mientras ellas siguen acumulando victorias, cheques y éxitos. El tema celebra el empoderamiento personal, la seguridad interior y la venganza elegante: en vez de pelear, las artistas siguen brillando y marcando tantos. En resumen, Swish Swish es la banda sonora perfecta para levantarte, sacudir las críticas y recordar que la mejor respuesta siempre es seguir encestando.