¡Prepárate para sentir un torbellino de emociones! En “Never Enough”, la legendaria cantante sueca Jenny Lind alza la voz para expresar esa sensación de anhelo que ni mil reflectores ni un cielo repleto de estrellas pueden saciar. La canción arranca con un instante casi contenido —“I’m trying to hold my breath”― que enseguida se transforma en una explosión de deseo: la intérprete invita a su amor a tomar su mano y compartir un sueño que retumba como un eco imparable.
El mensaje es claro y poderoso: la fama, las riquezas y los logros (“towers of gold”, “a thousand spotlights”) resultan diminutos cuando el corazón persigue algo más profundo. Con cada repetición de “Never, never… for me”, Jenny subraya que sólo el amor auténtico puede llenar ese vacío interior. Así, la canción se convierte en un himno a la idea de que lo material jamás igualará la plenitud de una conexión verdadera.