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Empire State of Mind es el himno moderno de Nueva York. Jay-Z recorre la ciudad como si fuera su propio mapa turístico: desde las calles duras de Brooklyn y Harlem hasta las luces brillantes de Times Square. Con un guiño a iconos como Sinatra, Biggie y De Niro, presume de haber “llegado” y nos cuenta que, si él pudo triunfar allí, cualquiera puede hacerlo. Cada nombre de barrio, equipo deportivo o comida rápida es una postal que muestra cómo la Gran Manzana moldea sueños personales y los convierte en realidad.
En el estribillo, Alicia Keys levanta el vuelo con una oda melódica a la ciudad que “nunca duerme”, recordándonos que las mismas avenidas que inspiran pueden devorarte si bajas la guardia. La canción celebra la diversidad (“melting pot”), la cultura hip-hop y la energía inagotable de los rascacielos, pero no esconde sus sombras: la tentación, las prisas y las historias que acaban mal. Al final, la moraleja es clara: Nueva York es una jungla de cemento que puede impulsarte “a sentirte nuevo” si te atreves a soñar en grande y mantener tu actitud. ¡Luces, neón y posibilidades infinitas te esperan!