¿Quién dijo que las relaciones intensas tenían que ser lógicas? Rock Bottom retrata ese vínculo explosivo en el que dos personas se aman, se odian y vuelven a amarse en cuestión de minutos. Cada discusión es una “guerra estúpida” con “pistolas de plástico”, una metáfora divertida que muestra cómo ambos luchan sin verdadero daño, casi por deporte. Aun así, las emociones son reales: se gritan, se hieren, se reconcilian en la misma noche y sienten que han tocado fondo juntos… pero en el “lado correcto”.
El estribillo celebra esa adicción mutua: caer una y otra vez para volver a levantarse juntos. Estar “del buen lado del mal karma” significa que, aunque la relación parezca tóxica, también les da fuerza y pasión. Es un recordatorio de que el amor puede ser caótico y contradictorio, pero mientras ambos sigan eligiéndose, siempre habrá un “más” al que regresar. ¡Prepárate para bailar y aprender español con esta oda al desastre romántico más irresistible!