DON'T EVER LEAVE ME es un clamor apasionado que mezcla vulnerabilidad y esperanza. Faouzia, la joven artista canadiense nacida en Marruecos, describe un corazón pesado que se maquilla de luz para no hundirse en la tristeza. Entre versos que confiesan “estoy cayendo” y un estribillo suplicante “no me dejes jamás”, la cantante convierte el dolor en algo casi sagrado y demuestra que reconocer nuestras emociones no significa ser dominados por ellas. La voz potente de Faouzia expone la fragilidad de quien se arrodilla y pide ayuda, pero también la fuerza de quien ve la aurora asomarse incluso en la noche más oscura.
Al mismo tiempo, la canción celebra la conexión con ese ser —persona, amigo o incluso una dimensión espiritual— que nos toma de la mano y nos presta sus ojos para seguir adelante. Entre imágenes de caída, rodillas y luz emergente, el mensaje es claro: admitir el miedo es el primer paso para superarlo, y una voz amiga puede ser el salvavidas que nos mantenga a flote. “DON'T EVER LEAVE ME” es un recordatorio de que, aunque apenas podamos respirar, seguimos vivos y capaces de amar con intensidad. ¡Una invitación a cantar con el corazón abierto y la esperanza en alto!