Royalty nos invita a volar con la imaginación: Conor Maynard, joven artista italiano, sueña en grande y le pinta a su pareja un futuro de lujo absoluto. Entre palacios, tronos y viajes a Río, el cantante promete conquistar el mundo para que ella se convierta en su reina. La canción vibra con esa mezcla de ambición, romanticismo y un toque de picardía, porque, aunque reconoce que ahora están "en bancarrota", jura que hará lo que sea necesario —¡robar, rogar o negociar!— para cambiar su destino.
Más allá del brillo superficial, el tema celebra la complicidad de una relación todo o nada: él necesita que ella sea su cómplice, su guardaespaldas y su amor incondicional. “Ride or die” es la consigna. Con un ritmo contagioso y letras pegadizas, Royalty convierte las fantasías de poder y riqueza en un grito de unión y lealtad, recordándonos que el verdadero tesoro no es el dinero, sino el equipo indestructible que se crea cuando dos personas creen en el mismo sueño.