Till I Die es un himno de fiesta donde Chris Brown, Big Sean y Wiz Khalifa presumen su estilo de vida sin frenos: carros de lujo, montones de dinero y una nube constante de humo. Entre ritmos de hip-hop y toques de trap, los tres raperos celebran venir “desde abajo” —Virginia, Detroit y Pittsburgh— y haber convertido ese origen en una existencia llena de excesos y victorias. La frase que da título al tema funciona como promesa: seguirán disfrutando al máximo, trabajando de noche, fumando y bebiendo hasta el último día.
Detrás de la fanfarria se esconde un mensaje de ambición y lealtad. Presumen joyas, casas enormes y conciertos agotados, sí, pero también recuerdan que siguen conectados con su gente del barrio. El estribillo “I’m high and this the life we chose” combina orgullo y desenfado: han elegido este camino y no piensan arrepentirse. En resumen, la canción es una postal vibrante de cómo el éxito, el hedonismo y el trabajo duro se entrelazan en la cultura del rap contemporáneo.