Boys In The Street cuenta, con una narrativa muy íntima, la evolución de la relación entre un hijo gay y su padre. La canción comienza con la dureza del rechazo: el padre no entiende la orientación de su hijo y teme el juicio social. A lo largo de los versos, vemos el dolor del protagonista, quien escucha reproches sobre “besar chicos en la calle” y siente que nunca será aceptado. Sin embargo, el paso del tiempo suaviza al padre; primero surge un tímido acercamiento, y finalmente, ante la cercanía de la muerte, llega la reconciliación. Ese instante de comprensión mutua convierte el mandato de “dejar de besar” en un emotivo “sigue besando” que simboliza aceptación y amor incondicional.
Esta canción es un himno de esperanza que muestra cómo el amor familiar puede superar prejuicios arraigados. Con su voz cargada de emoción, Calum Scott transforma una historia de dolor en un mensaje de autenticidad y libertad: sé tú mismo y ama sin miedo.