¿Alguna vez has querido gritarle al mundo que todo está bien aunque por dentro te mueras de ganas de abrazar a alguien? Así se siente “Wish You Were Here” de la canadiense Avril Lavigne. Tras su fachada de chica fuerte y rebelde, la artista confiesa que, frente a la persona que ama, se derrumba el muro y aparece una versión auténtica y sensible de ella misma. El tema mezcla energía pop-rock con una letra que repite ese sincero y casi desesperado “Damn, damn, damn… I wish you were here”, reflejando la impotencia de extrañar a alguien que marcó nuestras locuras, risas y recuerdos espontáneos.
Más que una simple canción de amor, es un himno a la vulnerabilidad: celebra los momentos de aventura compartida, pero también admite el vacío que deja la ausencia. Con cada estribillo, Avril recuerda que esa persona está “en todas partes”, en cada pensamiento, y que el deseo de tenerla “aquí” se convierte en un latido constante. “Wish You Were Here” nos anima a abrazar la dualidad de ser duros por fuera y de corazón blando por dentro, recordándonos que extrañar a alguien no nos hace débiles, sino profundamente humanos.