“Back To Black” es el grito sincero de Amy Winehouse cuando descubre que su relación ha llegado a su fin. Con una voz desgarradora, la cantante compara su ruptura con volver a un lugar oscuro, el negro, donde la tristeza y los malos hábitos la esperan. Él regresa con una antigua pareja, y Amy, sintiéndose traicionada, confiesa que también vuelve a lo que conoce: la soledad, el dolor y quizá las adicciones que menciona con la metáfora de la pipa y el humo. Cada “good-bye” es solo una palabra, pero dentro de ella muere “cien veces”.
Aun así, la canción no es solo lamento. Es un retrato honesto de cómo enfrentamos el desamor, con la cabeza en alto y las lágrimas secas, listos para seguir adelante aunque las probabilidades estén en contra. Sus versos cortos y repetitivos refuerzan la rutina de volver una y otra vez al mismo lugar oscuro, mientras la música soul y la producción retro subrayan la mezcla de vulnerabilidad y fuerza que caracterizan a Amy Winehouse, icono del Reino Unido. “Back To Black” nos recuerda que, a veces, el primer paso para sanar es reconocer la profundidad de nuestro propio dolor y cantarlo sin miedo.